Las mujeres migrantes mexicanas que actualmente se encuentran establecidas en Florida, Estados Unidos, enfrentan varios problemas de salud mental y física; entre los más graves se encuentran el VIH-Sida y la violencia intrafamiliar, informó Fabiola del Castillo, integrante de la organización El proyecto de salud de la mujer rural.
Las migrantes de esa zona, explica, "no tienen conciencia de que pueden ser infectadas por el virus"; en un 70 por ciento padecen violencia intrafamiliar y las jóvenes, al "enfrentar la nueva cultura" estadounidense, no tienen la suficiente información y se embarazan cuando apenas están en la etapa adolescente.
Diabetes, presión alta, baja calidad alimenticia, obesidad y depresión, son otras de las dificultades con las que viven estas mujeres, explica Del Castillo, quien se encuentra en la ciudad de México para promover el proyecto denominado Pizcando sueños, mediante el cual "se han documentado las historias de las mujeres rurales durante su jornada laboral en los campos de Florida", testimonios que han servido para la elaboración de fotonovelas, a través de las cuales ellas "hacen oír su voz y comparten su lucha por la sobrevivencia en un lugar que no es el suyo".
Se les preguntó acerca de temas como la violencia doméstica, los embarazos en la adolescencia y el proceso de adaptación por el que han pasado durante su residencia en el vecino país del norte, explica Del Castillo. Luego, a través de fotonovelas -en las que los y las migrantes participan como actores y actrices- carteles, calendarios y canciones, se les enseña a tomar las medidas necesarias para evitar enfermedades, detalla.
La comunidad con la que trabajan desde hace 10 años está conformada por cerca de dos mil 500 personas, la mayoría mexicanas. Muchas de las migrantes que viven en Florida se dedican a la pizca del tomate. Para las madres cuyos hijos hayan nacido en Estados Unidos, explica Del Castillo, existen servicios gratuitos de guarderías y seguros médicos para niños de bajos recursos. No obstante, la escasa información y el miedo a ser discriminadas, "hacen que no accedan a ellos".
Hoy a las seis de la tarde, en la Casa Frissac, se exhibirán las fotonovelas de las mujeres migrantes y del 8 al 11 de octubre, habrá reuniones en Guanajuato y Guerrero con objeto de establecer redes de trabajo entre organizaciones mexicanas y estadounidenses para "intercambiar los mensajes" que la gente manda desde Florida. (Aleyda Aguirre)
Pizcando Sueños
Las voces de las jornaleras migrantes mexicanas
"..mejor no me hubiera venido de mi rancho,
pero ya cuando [uno] lo piensa, es demasiado tarde."
Salir adelante, es un "sueño " expresado por las mujeres del proyecto Pizcando Sueños. El "sueño" es la fuerza, la fe y la esperanza y el motivo por los que las mujeres jornaleras migrantes mexicanas realizan el peligroso cruce de la frontera. Al llegar se dan cuenta que tienen que luchar para sobrevivir en la realidad escondida detrás del "Sueño Americano". La pregunta que surge es: ¿Es este el Sueño Mexicano?
Pizcando Sueños, un proyecto en Pro de la Salud de la Mujer Rural (Rural Women´s Health Project), da la oportunidad a las mujeres mexicanas jornaleras de expresar sus sueños y compartir sus esperanzas en su futuro y el de sus hijas. Ya no más tendrán estas mujeres que cargar sus historias en soledad.
Pizcando Sueños: Testimonios Orales de las Mujeres
El proyecto Pizcando Sueños documenta los recorridos de 20 mujeres mexicanas jornaleras en su camino a Florida. También documenta la realidad que estas mujeres dejan atrás por los sueños amenazados por una nueva cultura. Pizcando Sueños está para preservar las más profundas creencias culturales y religiosas de las mujeres mexicanas. A la vez, por medio del proyecto, las mujeres hacen oir su voz y comparten su lucha por la sobrevivencia en un lugar que no es el suyo. Muchas de las actividades del proyecto están encaminadas a proveer la oportunidad para que las mujeres pasen su herencia cultural a las generaciones futuras que viven entre dos mundos. Estas historias orales reflejan la manera en que los valores y creencias de las mujeres se ven constantemente amenazados por la migración, sus nuevos roles y responsabilidades, el desafío que sufre el sistema de comadrazgo y el paso acelerado al mundo materialista de los Estados Unidos. Todo lo anterior ocurre en un contexto lleno de dificultades y de la rápida aculturación que experimentan sus hijas.
Dos de los principales componentes de Pizcando Sueños son: a) la celebración entre madres e hijas, y b) el facilitamiento de un mecanismo que ayude a compartir sus sueños. Para las mujeres mexicanas jornaleras, Pizcando Sueños significa que la historia de sus vidas en México y sus experiencias dentro del proceso migratorio serán preservadas.
Una invitación a ser escuchadas
A menudo, los estudios sobre la Inmigración Mexicana en los EU y aculturación, se han enfocado en la experiencia masculina. La metodología utilizada en muchos de estos estudios hace uso de técnicas formales, que bien generalizan o bien dispersan los resultados, dejando muchas veces a la comunidad sin conclusiones. En contraste, Pizcando Sueños se basa completamente en las historias de las mujeres cuyos puntos claves son traducidos al medio literario de la "fotonovela". De esta manera las historias regresan a las comunidades de las mujeres donde también son útiles a los proveedores de servicios y a los investigadores. Estas historias orales darán a luz a la comunicación entre los de aquí y los de allá, librando las barreras del lenguaje, la clase social, y la afiliación religiosa. Para los paisanos en México, Pizcando Sueños brindará una mirada a la aventura y la realidad de lo que se deja atrás por la conquista de nuevos sueños, en una nueva cultura.
"Salir adelante. Luchar por mis hijos, sobre todo mi niña. Y si mi esposo quiere seguir conmigo y si no al final del tiempo, pues apartarnos, apartarme de él y luchar por mis hijos. Porque lo más importante para mí son mis hijos, tal vez por eso él está frustrado o se siente un poquito bajo. Porque yo siempre he dicho y le digo a todo el mundo, que quiero a mis hijos, con él o sin él. Voy a salir adelante."
"Cruzando la Frontera"
"Pensé que íbamos a venir un año [e] íbamos a regresar al rancho, y así, pero no, fue distinto, porque ya después nació mi'ja y pues yo dije: tiene que ir a la escuela y tiene
que irse superando, y más por eso es que estamos detenidos aquí, por los hijos que
uno quiere que sigan adelante."
El cruce de la frontera que comparten México y Estados Unidos ha sido ampliamente documentada en los planos científicos y de ficción. En ambos se ven reflejados una variedad de aspectos que incluyen las experiencias individuales, las políticas gubernamentales, los sueños y las realidades. Desde la simple "pasada" a pie por las casetas de entrada, con un pasaporte falso en la mano, hasta los amenazantes encuentros a medianoche con pandillas de cholos en el desierto, las mujeres de Pizcando Sueños han aprendido a poner a un lado su pasado mientras caminan animadas por la realidad de trabajar y sobrevivir.
A continuación se transcriben breves imagenes que hablan por sí mismas de la fuerza y la esperanza de las mujeres jornaleras migrantes mexicanas y sus familias.
La decisión de venir
"... mi decisión de venir acá fue que veía a mis padres tan pobres, el niño mucho se me enfermaba, él mucho lloraba queriendo de comer y no había que darle de comer
"
"
Me vine porque los maridos pasan más tiempo aquí en el norte que allá. Se van con uno, están 15 días y se regresan. [Le dije] 'Mejor me voy al norte y te veo todo el tiempo'."
" Le digo que decidí venirme ... con 8 meses de embarazo. Le platiqué a mi hermana que ya [me] venía. Ella me preguntó que porqué lo hacía, y le dije 'es que es imposible, esto no puede seguir así. ¿Qué ejemplo le voy a dar a mis hijos si él no me ayuda? Porque cuando él estaba tomado eran puras malas palabras ...y golpes
."
"Yo me vine porque mi hermanito... cuando él se vino para acá me dijeron que andaba borracho. Aquí la cerveza es muy barata, las drogas aquí son fáciles de conseguir..., entonces me dijeron que andaba con mujeres que se vendían, se descontroló y yo dije: allá voy."
"Yo no me vine [mis padres] me trajeron."
"Le dije yo [a mi esposo], tú dame el permiso y entonces yo tenía unos centavitos de los que me mandaban mis hijos
-¿Estás decidida? -Estoy decidida. -Pero, ¿sabes qué?, me dijo, -yo no te doy ni un cinco para que te vayas
y mira, me dijo, -te vas pero te llevas al niño chiquito. Y le dije: - Claro que no te lo voy a dejar
"
"Mire, él ya se había venido para acá cuando estaba muchacho
le dije: -Vámonos para allá. Y me dijo: - ¿De veras te arriesgarías a ir?, -sí [le respondí]. -Pero, vamos a pasar el río. Y le dije: - En el nombre sea de Dios, le pedimos a la Santa Cruz que nos ayude, y con la bendición de nuestros padres."
La Pasada
" Estuvo duro porque pasé yo y mi esposo. El río y los dos solos, saliendo nos asaltaron, nos quitaron todo el dinero. .. pero la verdad yo me asusté porque agarraron a mi esposo y le decían que lo iban a matar si no entregábamos el dinero."
"Difícil, muy difícil. Estaba lloviendo mucho y tenía a mi hija chiquita que tenía un año y medio, y pasamos un río lleno de agua y lleno de lodo, mi hija hasta temblaba de frío porque como no pudimos cargar nada
"
"Llegamos al lugar donde supuestamente el coyote nos iba a levantar y nada, no había nada, yo ahí lloré, ya se me acabaron mis fuerzas. Nos salimos a la carretera a pedir raite....una familia nos dio raite, yo lloré de emoción. Me preguntaron ¿por qué llora? [yo contesté] -no se imaginan lo que he pasado."
"Me daba miedo porque venía yo sola, nadie se vino conmigo, yo sola simplemente
tenía yo que hacerme la valiente porque, dije- si voy a sentir miedo, dije, -no voy a pasar... cualquiera va a decir: -esa tiene miedo porque se le ve. Me hice la valiente..."
"Yo me vine por tierra, ...[los agentes de la migra] traen unos perros, los sueltan y hacen lo que quieren con uno y muerden feo ... nos tratan bien mal."
La Llegada
"Llegué nada más a trabajar... -sin ni un centavo- sin un cinco, ni donde vivir, ni donde dormir, llegábamos con... amigos nada más, ahí nos quedamos la noche, hasta que trabajamos y tuvimos dinero para rentar una casa para vivir, no teníamos carro, andábamos de raite, y fue bien duro."
Lo recuerdo y me duele, porque ahora yo pienso cuántas venimos así, que por estar con el esposo, que por salir adelante, que por todo. Venimos y no es cierto que la vida es más fácil [aquí] Cierto, aquí uno sale adelante, tiene uno un poquito más de posibilidades, pero uno aquí sufre mucho, porque empezando por el tipo de trabajo que uno tenga, el idioma, el que hay gente que nos ve muy mal, y gente de nuestra propia raza que habla inglés y nos trata mal."
En este proyecto, las mujeres saben que en el proceso de la historia oral, ellas no solamente comparten sus historias, sino que también serán escuchadas por sus hermanas, lo cual puede marcar la diferencia en la vida de una mujer Pizcando Sueños es una invitación hecha por las mujeres a ellas mismas a ser escuchadas, reconocidas y ser consideradas como hermanas y madres.
Pizcando Sueños es un proyecto de Fabiola del Castillo, Fran Ricardo y Robin Lewy del Proyecto en Pro de la Salud de la Mujer Rural (Rural Women's Health Project). Para más información sobre Pizcando Sueños, o para leer los otros artículos de la serie, por favor vaya a nuestra página de internet: www.rwhp.org/pizcando